Toda instalación, sea por techo o por pared, debe ir encamisada en su parte exterior, es decir con doble conducto de aislación de lana de vidrio entre ambos. Las funciones del encamisado son varias, mantener el conducto interior caliente hasta su salida a los cuatro vientos, lo que favorece el tiraje, proteger la instalación de la lluvia y proteger los materiales combustibles de la acción del calor en cielorrasos, estrechos, pasajes de losa, etc.
Los conductos interiores van “el de arriba por adentro del de abajo” para que los restos de la combustión caigan dentro del conducto y no chorreen por el mismo, Los conductos exteriores o encamisado van “el de arriba por fuera del de abajo”, cumpliendo su acción protectora.